LA HERENCIA DEL ABUELO NEANDERTAL. BY FABIAN MASSA

La nota salió publicada en el periódico ABC el 06 de Marzo de 2017, sobre datos que obtuvieron los científicos que estudian los orígenes de la Humanidad, trabajando genéticamente las evidencias (concretas y contundentes) aportadas por los paleontólogos:

Los neandertales desaparecieron hace unos 40.000 años, pero antes convivieron con el Homo sapiens en Europa durante generaciones. Esa coexistencia implicó encuentros sexuales que dejaron en nosotros una «huella» que aún llevamos encima: entre el 2% y el 4% del genoma de los seres humanos actuales, con la excepción de los africanos, tiene la marca neandertal.

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington creen que las secuencias de ADN neandertal todavía influyen en cómo los genes se activan o desactivan en los humanos modernos. Es decir, probablemente contribuyen a rasgos como la altura y la propensión a padecer enfermedades como la esquizofrenia o el lupus.

Los científicos tienen varias hipótesis y teorías sobre la evolución de la Humanidad y sus orígenes, en las cuales tienen grandes “Lagunas” de falta de información que les impiden llegar a la verdad. Pero trabajando con lo que tienen, han podido elaborar datos concretos que hablan de una realidad innegable: Nosotros, los Homo Sapiens, tenemos dentro de nuestro ADN segmentos de cadenas genéticas de los neandertales que aún operan en nosotros, en rasgos como la altura y la propensión a padecer enfermedades como la esquizofrenia o el lupus.

Para los científicos, el “creer” no tiene mayor sentido, pues ellos se mueven en base a conocimiento de datos concretos, reales, medibles y verificables. Para los cristianos fundamentalistas, que se ajustan literalmente al relato bíblico de la Creación, esta información es imposible de procesar.

Pareciera que la información dada por la ciencia destruyera los argumentos bíblicos y por esa misma razón los grupos fundamentalistas niegan la realidad de los datos científicos, en un intento de querer tapar el Sol con las manos. Sin embargo los datos aportados por los científicos no afectan las verdades fundamentales enunciadas en los primeros dos capítulos de Génesis, que también se pueden comprobar científicamente:

Los relatos bíblicos de la Creación, (Génesis 1.1 a 2.3 y Génesis 2.4 a final del capítulo 2.) no dan detalles pero si información vital:

a. Dios hizo la humanidad, compuesta por dos sexos y poniéndolo en el tope de la Creación (y de la cadena alimenticia). Génesis 1.26-27

b. Dios formó (puso en un molde) al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de Vida. Génesis 2.7.

Repasemos la información fundamental que se puede extraer de estos pasajes bíblicos:

1. La correcta relación entre los dos sexos es lo que ha permitido (y seguirá permitiendo) la propagación de la especie.

2. Varón y Hembra los creó: Negar la diferencia entre sexos o querer hacer funcionar entre iguales (homosexualidad) es disfuncional, antinatural, niega la información genética (y sensorial) y además es estéril.

3. El hombre viene del polvo, esto que durante 2 milenios pareció solo una frase poética, encierra una Verdad que solo Dios mismo pudo enunciar en el Principio de los Tiempos: Los elementos que componen el cuerpo humano, son los mismos que los de la Tierra y a su vez de todo el Universo.

4. Dios es quien determinó (y posibilitó) que la materia tenga Vida.

Todo lo demás, son datos que la Biblia economiza. Los detalles aportados por la ciencia no afectan lo esencial que Dios enuncia, si tenemos la apertura de leer, formarnos e informarnos correctamente; esta es una alternativa mucho más positiva (aunque exige estudiar y leer) que querer volver al fundamentalismo del Siglo XI.

Hace poco un amigo mío que congrega junto a su familia en una Iglesia con tendencia “Fundamentalista” (es decir que toman la Biblia de manera literal) me comentaba que los jóvenes de la iglesia, una vez que acceden a la Universidad, donde descubren la realidad natural del Cosmos de acuerdo a las pruebas aportadas por la ciencia, no quieren volver a la Iglesia, descreídos del relato simplificado del siglo XI que recibieron de su familia, de sus pastores y de sus maestros de la “Escuelita Bíblica”. *Esta situación va matando lentamente a las iglesias, porque solo quedan los ancianos y los que no tienen acceso a la información, auto-condenándose a desaparecer*.

La solución es crecer en conocimiento de la Escritura y de las cosas sobre la cual la misma habla.